Las condiciones irán cambiando paulatinamente hasta presentarse una sequía típica entre fines de marzo y julio (durante la transición La Niña a El Niño-neutral), para llegar a una condición de lluvias normales a partir de fines de agosto, informó David Alberto Salas de León, investigador del Instituto de Ciencias del Mar.
México / ciberpasquinero
El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica que las precipitaciones para el trimestre enero-marzo de 2018 será de 9,24 y 44 por ciento por debajo de la media histórica nacional para ese período en las regiones noroeste, norte y oeste del país.
Al respecto, el Centro de Predicción Climática de la Administración del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) informó que durante enero de 2018 en el territorio mexicano se sintieron los efectos de La Niña, pero se espera una transición de este fenómeno al de El Niño en la temporada de marzo a mayo.
Este estado de transición La Niña– El Niño dificulta las predicciones de lluvias a nivel global para México, pero las condiciones prevalecientes de La Niña en estos dos primeros meses de 2018 hacen que se tengan precipitaciones en algunos lugares del norte del país, así como en regiones de Chiapas.
Estas condiciones, sin embargo, irán cambiando paulatinamente hasta presentarse una sequía típica entre fines de marzo y julio (durante la transición La Niña a El Niño-neutral), para llegar a una condición de lluvias normales a partir de fines de agosto, informó David Alberto Salas de León, investigador del Instituto de Ciencias del Mar.
El también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias dijo que, en cuanto a la temporada de huracanes, el Centro de Predicción de Huracanes de Londres pronostica 15 ciclones para el Atlántico, lo cual podría contribuir al ingreso de humedad al país desde el Golfo de México y el Caribe. Para el Pacífico, el número de huracanes no será muy diferente a los de un año El Niño – neutral, ya que inicialmente estará un poco más frío de lo normal.
Entendiendo a La Niña
La Niña es parte de un evento o fenómeno climático que consiste en la disminución de la temperatura de la capa superficial del océano Pacífico (la capa superficial del océano va de la superficie hasta 200 metros de profundidad aproximadamente). Este patrón se produce o es resultado de un incremento en la intensidad de un sistema de vientos que circulan en el planeta conocidos como vientos alisios que van de este a oeste en el Pacífico, lo que resulta en una disminución de la temperatura en la zona intertropical de este océano, el más grande del mundo.
Algunos autores consideran que La Niña es la fase fría de una oscilación térmica del Pacífico, la fase cálida es El Niño, la cual se manifiesta como un aumento de la temperatura de la capa superficial del océano Pacífico.
La energía necesaria para transformar un gramo de agua del estado líquido al gaseoso recibe el nombre de calor latente de evaporación. El calor latente de evaporación depende en forma considerable de la temperatura bajo la cual se produce la transformación.
El calor latente disminuye al aumentar la temperatura; es decir, a mayor temperatura se forma más fácilmente vapor y, por lo tanto, nubes.
Al estar el océano más frío, como en el caso de La Niña, se requiere de mayor energía para que el agua se evapore y forme nubes, de esta manera es que durante eventos de este fenómeno se produce menos vapor, menos nubes y menos lluvias del lado este del Pacífico, explicó el doctor en oceanología.
El ecuador termal de la Tierra es una banda que recibe la mayor cantidad de radiación del Sol y, debido al movimiento del planeta, este oscila del trópico de Cáncer al trópico de Capricornio, área conocida como zona de convergencia intertropical. Durante La Niña en la zona de convergencia intertropical se intensifican los vientos hacia el oeste y se enfría el océano ocasionando que disminuya la formación de vapor y las lluvias.
Los efectos en el país
El trópico de Cáncer es un círculo imaginario trazado alrededor del globo terrestre, paralelo a la línea del Ecuador, y es justamente la parte norte de la zona de convergencia intertropical que atraviesa nuestro país lo que hace que el territorio tenga un régimen de lluvias en el norte diferente al del sur.
En el norte se tiene un patrón de lluvias de invierno, mientras que en el sur es de verano-otoño. En México, por su posición, no se presenta una marcada estacionalidad, se indica, más bien, una temporada de secas, la cual va de noviembre a mayo, y una de lluvias, de junio a octubre.
Durante La Niña las condiciones de lluvia se parecen a la época de sequías. Las aguas cálidas se concentran en el Pacífico ecuatorial oeste, cerca de Oceanía, donde producen alta evaporación y fuertes lluvias; mientras que en el este (del lado de América), el agua es fría, con poca formación de nubes y bajas precipitaciones. En México, La Niña ocasiona mayor cantidad de lluvias en la parte centro y sur, mientras que en el norte del país se produce una oscilación entre lluvias y sequías.
Pronósticos
Así, en lo que resta de febrero se prevé una lluvia acumulada de 11.6 milímetros (mm) a nivel nacional, cifra menor al promedio mensual, que es de 17.4 mm, de acuerdo con la climatología 1981-2010, informó el SMN, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En cuanto a regiones, en Hidalgo, Oaxaca, centro de Veracruz, norte de Puebla y sur de San Luis Potosí y Nuevo León, se estiman acumulados mensuales mayores al promedio.
En contraste, se prevén condiciones menores al promedio en la Península de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Colima, Guerrero, Morelos, Ciudad de México, Tlaxcala, sur de Chiapas, norte de Nuevo León y Tamaulipas.
Respecto a temperaturas, se pronostica que las mínimas sean más frías de lo habitual en el oriente de Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Puebla, Chiapas, Península de Yucatán, noroeste de Guerrero y sureste de Oaxaca.
En comparación, se prevén más cálidas que el promedio mensual en la Península de Baja California, Sonora, occidente de Chihuahua, Durango, Zacatecas, Jalisco, Hidalgo, Estado de México, sureste de Guerrero, noroeste de Oaxaca y sur de Campeche.
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