Ante los desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día en materia de salud mental, como el aumento en tasas de ansiedad, depresión, estrés, miedo al fracaso, drogas, violencia, el bullying, medios sociales y un futuro incierto gracias a la automatización, enseñar habilidades sociales y emocionales se ha vuelto cada vez más crucial.
Al incluir el aprendizaje social y emocional (SEL) en su educación, se pueden mejorar las relaciones entre los compañeros de clase y los maestros, reducir el acoso escolar, crear un mejor ambiente de aprendizaje y prepararlos no solo para la universidad sino también para la vida.
Aún así, según un estudio realizado por Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning (CASEL), el 77% de los estudiantes de secundaria considera que, aunque reciben una buena educación académica, no se sienten preparados para la universidad porque hace falta incluir SEL en sus clases.
A pesar de estas señales, en Estados Unidos las escuelas no están haciendo lo suficiente para ayudarlos a desarrollar estas habilidades socioemocionales que deberían integrarse activamente a la par de lo académico.
En el estudio, los encuestados respondieron que participar en actividades deportivas o culturales, hablar con un asesor o mentor, han sido maneras en las que han aprendido sobre sí mismos y a convivir con los demás. Todas estas actividades se realizan fuera del aula y solo el 20% de los encuestados admitió tomar una clase formal de SEL, lo que señala la urgencia de aplicarlo regularmente en el plan de estudios.
Al incluir el aprendizaje social y emocional (SEL) en su educación, se pueden mejorar las relaciones entre los compañeros de clase y los maestros, reducir el acoso escolar, crear un mejor ambiente de aprendizaje y prepararlos no solo para la universidad sino también para la vida.
Aún así, según un estudio realizado por Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning (CASEL), el 77% de los estudiantes de secundaria considera que, aunque reciben una buena educación académica, no se sienten preparados para la universidad porque hace falta incluir SEL en sus clases.
A pesar de estas señales, en Estados Unidos las escuelas no están haciendo lo suficiente para ayudarlos a desarrollar estas habilidades socioemocionales que deberían integrarse activamente a la par de lo académico.
En el estudio, los encuestados respondieron que participar en actividades deportivas o culturales, hablar con un asesor o mentor, han sido maneras en las que han aprendido sobre sí mismos y a convivir con los demás. Todas estas actividades se realizan fuera del aula y solo el 20% de los encuestados admitió tomar una clase formal de SEL, lo que señala la urgencia de aplicarlo regularmente en el plan de estudios.
SEL en el aula
CASEL también desarrolló una pequeña guía con ejemplos de cómo integrar habilidades sociales y emocionales a las clases. La guía menciona ejemplos cómo usar un vocabulario que incluya los sentimientos, actividades donde se identifiquen y utilicen estas palabras, discusiones en grupos pequeños o discusiones sobre cómo y por qué las emociones pueden influir en el comportamiento.
En el caso de clases de literatura, se pueden seleccionar libros donde los estudiantes identifiquen similitudes entre los sentimientos de los personajes y sus vidas, para escribir un ensayo o discutir y reflexionar sobre cómo manejaron esas situaciones y qué opinan de las semejanzas.
También, sugieren incluir diferentes culturas o personajes históricos o de la literatura que resistieron los estereotipos o trabajaron para promover la justicia y la igualdad para todos los individuos para hablar sobre temas como la inclusión.
Enseñar comunicación efectiva al momento de hablar en clase, especialmente si se trata de un debate, también es un momento clave que los docentes pueden aprovechar para enseñar a identificar cómo se sienten los demás al reconocer gestos faciales o lenguaje corporal.
Este tipo de actividades, aunado a discusiones o proyectos que promuevan la reflexión sobre sí mismos y los otros, ayudará a que los alumnos aprendan autoconocimiento y autogestión, conciencia social, habilidades para relacionarse con otros y a tomar decisiones responsablemente.
CASEL también desarrolló una pequeña guía con ejemplos de cómo integrar habilidades sociales y emocionales a las clases. La guía menciona ejemplos cómo usar un vocabulario que incluya los sentimientos, actividades donde se identifiquen y utilicen estas palabras, discusiones en grupos pequeños o discusiones sobre cómo y por qué las emociones pueden influir en el comportamiento.
En el caso de clases de literatura, se pueden seleccionar libros donde los estudiantes identifiquen similitudes entre los sentimientos de los personajes y sus vidas, para escribir un ensayo o discutir y reflexionar sobre cómo manejaron esas situaciones y qué opinan de las semejanzas.
También, sugieren incluir diferentes culturas o personajes históricos o de la literatura que resistieron los estereotipos o trabajaron para promover la justicia y la igualdad para todos los individuos para hablar sobre temas como la inclusión.
Enseñar comunicación efectiva al momento de hablar en clase, especialmente si se trata de un debate, también es un momento clave que los docentes pueden aprovechar para enseñar a identificar cómo se sienten los demás al reconocer gestos faciales o lenguaje corporal.
Este tipo de actividades, aunado a discusiones o proyectos que promuevan la reflexión sobre sí mismos y los otros, ayudará a que los alumnos aprendan autoconocimiento y autogestión, conciencia social, habilidades para relacionarse con otros y a tomar decisiones responsablemente.
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