martes, 19 de marzo de 2019

Deseo natural de saber



México, ITESM / ciberpasquinero

Pablo Boullosa, escritor y educador y periodista, compartió con el Observatorio que "La curiosidad es como un manantial que te empuja a saber más cosas, a ver más allá, más allá, a no conformarte". Además, elabora que la curiosidad "es un deseo natural de saber y que el deseo natural es algo que no podemos perder, nunca debemos perder".
Entonces, ¿cómo pueden los docentes ayudar a los estudiantes a mantenerse curiosos? Rebecca Zambrano, directora de desarrollo de la facultad en línea en Edgewood College, (Madison, Wisconsin, EE.UU.), sugiere comenzar con un sencillo ejercicio: provocando preguntas.
Las preguntas implican asombro e inversión en encontrar una respuesta que pueda llevar a más preguntas, envía a las personas en una búsqueda para aprender más. Es una herramienta de aprendizaje que puede indicar el nivel de curiosidad del estudiante, su conocimiento actual y su participación.
A continuación presentamos una serie de preguntas que Zambrano sugiere para encender la curiosidad en profesores y estudiantes:

¿Qué tema específico sobre lo que enseñas te hace cuestionarte? 
¿Hay alguna manera de transmitir ese sentimiento de pasión y curiosidad a tus alumnos?
¿Cuáles son las preguntas más grandes en tu campo? Los que ni siquiera los expertos saben.
 ¿Hay ética?
¿Hay alguna paradoja en el campo? Tal vez algunos estudios que se contradicen entre sí, hacen que sea difícil encontrar las respuestas.
¿Qué hizo que los primeros pensadores y fundadores de tu campo dedicaran su vida a encontrar respuestas? 
¿Cómo puedes recrear este sentimiento para los estudiantes? 
¿Quizás escondiendo piezas de información y enviándolas en una búsqueda para encontrarlas?
¿Cómo puedes usar la analogía o la metáfora para despertar la curiosidad sobre el vínculo entre diferentes temas? 
¿Cómo pueden relacionarse los diferentes campos? 

La profesora Zambrano usa como ejemplo las similitudes entre un árbol y un pulmón, se parecen y también funcionan como una forma de que los árboles respiren.
En su artículo, la profesora Zambrano admite que a veces es difícil mostrar a los alumnos que los maestros no tienen todas las respuestas, pero eso puede ser bueno, puede hacer que los alumnos quieran investigar y encontrar respuestas que el educador no tiene.
Por su parte, Boullosa explica que la curiosidad es un vicio y, naturalmente, siempre queremos saber más, por lo que es crucial que los maestros entiendan cómo ayudar a los estudiantes a explorar, a tener un momento de "Eureka!" que los haga querer preguntar más y más preguntas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario